ELECCIONES

Parte-1 “TE RUEGO QUE TE SEPARES DE MI”

…Te ruego que te separes de mí: si vas a la izquierda, yo iré a la derecha; y si a la derecha, yo iré a la izquierda.  Gn. 13:9

Abram y Lot se separan:

1. Para que no haya problemas entre ellos. Porque eran como hermanos. Vs.8

A estas alturas de la vida creo que ambos conocían todo en relación el uno al otro.

Aunque el nombre de ambos no eran trascendente, el destino que ambos tenían si era de gran trascendencia.

En nuestro caminar diario debemos entender que nuestra vida estará llena de situaciones y estamos llamados a enfrentarlas y sobre todo a saber cómo lideramos con ellas.

Se presentó un altercado entre los pastores y siervos de ambos y era el momento indicado para resolver una situación que podía bendecir la vida de ambos en gran magnitud. Vs.7

Hubo, pues, contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot.

Si bien es cierto la promesa central era para Abram y como sabemos Dios sabe hacer las cosas correctas en nuestra vida y siempre usará toda circunstancia para llevarlo al mejor nivel.

 

Desde un inicio Abram sabia que debia haber salido solo, Pero creo que al igual que cualquiera de nosotros el lucho con esta decisión.  Pero Dios nunca deja hilos sueltos en nuestras vidas. Así que si en algún momento estamos como Abram Dios siempre acudirá a ti para buscar atar cabos sueltos. Y esta era el mejor momento.

 

No se que situación estés viviendo, pero sí puedo decir. Que quizás este es el mejor momento para que Dios ate cabos sueltos en tu vida. 

 

“Los problemas podrían ser situaciones encubiertas para bendecir nuestras vidas.”

 

Hay cosas que nos hemos resistido a hacerlas. Pero Dios siempre buscará el momento exacto para acercarnos a su voluntad.

 

Las separaciones y las despedidas duelen. Hay mucha emoción comprometida en estos dos asuntos.

Pero muchas veces será necesario dejar de sostener situaciones, cosas y sucesos que lejos de acercarnos a las promesas de Dios podrían significar mayor retraso.

 

Dios y Abram sabían que el enfoque era que la promesa se cumpliera y no vivir resolviendo problemas domésticos de asuntos secundarios.

A veces hemos llenado nuestra vida de asuntos de los cuales ya deberíamos haberlos despedido de nuestra vida.

 

“TE RUEGO QUE TE SEPARES DE MI”

 

Palabra sencilla pero profunda.

 

RUEGO. La palabra ruego puede sonar como súplica, pero también significa demanda.

 

Que tan mala era la situación entre Abram y Lot, no lo sé. Pero esta parte me hace recordar muchas cosas en mi vida personal:

 

• Una de ellas es que no siempre el enemigo de la excelencia es lo malo, sino como dice el dicho muchas veces lo bueno es enemigo de lo excelente.

 

Creo que Abram y Lot se querían mucho, habían compartido muchas cosas juntos desde la estadía en casa de Taré su padre, la salida y el recorrido hasta donde llegaron juntos. 

 

Creo que su amistad y relación no era mala. Pero como lo dije anteriormente tenían distintas grandes promesas.

 

• Muchas cosas serán parte de tu historia, pero no necesariamente vas a llegar con todo a tu destino. Esto incluye amistades y muchos sucesos.

 

Debió haber sido muy doloroso para ambos separarse, pero Dios había establecido grandes cosas para ambos. Lot no era un hombre malo, simplemente eran distintas cosas que Dios haría en la vida de cada uno de ellos.

 

Hay cosas que debemos estar dispuestos a demandarnos a nosotros mismos. Exigirnos día a día.

 

David dijo en una ocasión una cosa he demandado y ésta buscaré… 

 

La gente que alcanza el cumplimiento de las promesas de Dios en su vida, es porque sencillamente se exige día a día.

 

SEPARARSE. Tomar distancia.

 

Algunas preguntas para meditar:

 

¿Qué cosas hay en tu vida de las cuales debes tomar distancia?

¿Qué situaciones en tu vida debes tomar distancia?

¿Qué personas o compañías debes tomar distancia?

¿Qué pensamientos deberías tomar distancia?

 

En general qué cosas hay de las que sabes que debes tomar distancia no necesariamente por ser malas, sino porque no te ayudarán a ir al cumplimiento de las promesas que Dios tiene para tu generación.